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Son productos cultivados o producidos siguiendo unos estándares que garantizan que se han respetado los derechos humanos de las personas trabajadoras. 

Si comparamos las mismas calidades, prácticamente no.  Para muestra un botón. Un paquete de 250 gr. de café arábiga molido de tueste natural elaborado de una marca conocida tiene un precio en el supermercado de entre 2,56 y 3,09 euros. Si de un paquete se pueden hacer unos 25 cafés en una cafetera italiana, cada taza cuesta entr 0,10 y 0,12 euros. Si bebemos un café al día, gastaremos 3,4 euros al mes. Un café similar de CJ cuesta entre 3,05 y 3,60 euros el paquete. Cada taza, entre 0,12 y 0,14 euros. El coste de consumir café de Comercio Justo es, por lo tanto, de unos 3,9 euros al mes. En conclusión, quien consume de CJ paga  50 céntimos de euro más al mes. ¿Te parece mucho?

Un elevado porcentaje, sí. En todo caso, el CJ promueve el uso de prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.

Os ponemos un ejemplo del Observatorio de Corporaciones Transnacionales de Ideas.  En el comercio convencional, recibirán un 6% del precio final. En el Comercio Justo este porcentaje se eleva hasta el 33%.

Nos garantiza que estamos adquiriendo productos de calidad que contribuyen a un mundo más sostenible y justo porque se han producido en condiciones dignas y respetando los derechos de las personas.

La oferta cada vez más amplia. Hay productos de alimentación, textil, artesanías, cosmética, etc.