“Las narigueras eran utilizadas en las antiguas culturas de Perú con una doble funcionalidad; estética y de protección frente a los espíritus.

En este colgante he querido reflejar ambas, manteniendo la esencia del diseño y el simbolismo de la serpiente como ser de sabiduría y su relación con el agua, dadora de vida.”

“Me interesan las líneas de Nazca, no sé si por el misterio que entrañan o por la belleza de sus glifos que han perdurado a lo largo de los años. Hay además una colección de más de 800 glifos a gran escala que representan formas humanas, aves místicas, animales sagrados, figuras de ojos grandes y flores,. En concreto, me he inspirado en la Garza o “Herón”. Sus líneas angulosas y rectilíneas me han resultado atractivas para generar el diseño, y he seleccionado una parte del dibujo, obviando que más detalles tiene, para generar un diseño minimalista y atemporal”.

«Pieza inspirada en la ciudad de Chan Chan, la ciudad de adobe (conocida como Chimor por sus habitantes originales) que, construida en la boca del río Moche, cubría alrededor de 20 km cuadrados y tenía una población de más de 40.000 personas en su punto álgido. Pertenecía a los chimú, la cultura más grande y próspera del Período Intermedio Tardío y el segundo mayor imperio en la historia de los Andes antiguos«.

«Para hacer esta pieza me he inspirado en la cultura mochica. Concretamente en la cultura moche. El arte mochica se basaba principalmente en las atracciones mitológicas y cosmológicas, donde utilizaban los elementos naturales para expresar sus creencias y emociones».

«Pendientes inspirados en las salinas de Maras, en una combinación única de la artesanía inca y la modernidad contemporánea. Estos pendientes representan la belleza del paisaje andino y su conexión con los orígenes de la comunidad local. Las salinas además representas la unión del país al abastecerla con sales nacionales. Y muestra de la historia y tradición de Perú».

«Inspirado en la chakana, también conocida como cruz andina,  símbolo precolombino que representa la cosmovisión de los pueblos andinos, concretamente de los incas. Se compone de un cuadrado con cuatro brazos de igual longitud que se cruzan en el centro, formando una cruz. Cada brazo se divide a su vez en tres escalones, creando doce puntos en total. La chakana es una representación altamente simbólica de las creencias religiosas, la cosmología y la organización social de los incas«.

«Quise representar unas plumas. En la antigüedad simbolizaban poder pero yo no quiero que represente poder hacia la soberanía y la fuerza bruta, sino el poder de las palabras. En estos momentos tan difíciles que está pasando este país y se puede si se hablan las cosas. Fuerza y valentía como los antiguos mayas pero mediante palabras«.

«Para realizar estos pendientes he realizado un estudio de imágenes diversas relativas al país peruano y sus tradiciones y costumbres. Me ha llamado mucho la atención la variedad de colores y dibujos geométricos que aparecen tanto en sus utensilios como en el diseño de sus sombreros y vestidos».

“Fue inspirado por un hombre de Perú que suele venir delante de mi casa cada día para tocar el zampoña, y de ahí mi viene la idea para hacer un colgante que tiene forma de este instrumento musical muy conocido en el país andino”.

«Inspirada en la montaña de los siete colores, descubierta por el deshielo en 2016. También conocida como Vinicunca o Arcoiris, se encuentra en la Cordillera del Vilcanota a 5.200 metros sobre el nivel del mar, en Pitumarca. Se utilizó la palabra quechua “Qosqo” para denominar a la Ciudad y significa “centro del mundo” o “centro del universo”. Los colores son parte muy importante de este proyecto: compuesta por siete colores, la bandera de Cusco es la bandera del arcoiris y son siete también los colores que se le atribuyen a la montaña«.